La UE podría imponer restricciones al césped artificial en los campos de futbol.

La Unión Europea no prohibirá los campos de césped artificial, al menos todavía, pero la Agencia Europea de Productos Químicos (ECHA) está buscando alternativas, ya que este material es una fuente importante de microplásticos.

"La Comisión no está preparando ninguna propuesta de este tipo", dijo la portavoz ejecutiva de la UE, Natasha Bertaud, negando los informes de los medios de comunicación de que la Comisión planeaba prohibir los céspedes artificiales.

"Lo que estamos haciendo y seguimos haciendo es considerar la mejor manera de abordar el impacto ambiental y sanitario de los microplásticos y fomentar el desarrollo de alternativas sostenibles", agregó Bertaud.

Los microplásticos son partículas muy pequeñas de plástico producidas involuntariamente como consecuencia del desgaste de piezas más grandes de plástico, por ejemplo, textiles sintéticos; o fabricadas deliberadamente para un propósito específico, como es el caso del material de relleno para césped artificial.

Los microplásticos son una fuente de contaminación y una vez en el medio ambiente pueden ser transferidos al suelo, acumulados por animales y terminan siendo consumidos por los seres humanos.

Los céspedes artificiales como fuente de microplásticos

Los campos de césped artificial "son una fuente sustancial de microplásticos para el medio ambiente", entre 18.000 y 72.000 tonos por año, y según la ECHA, el material de relleno utilizado en esta instalación -pequeñas piezas de neumáticos al final de su vida útil- cae bajo la definición de "microplásticos añadidos intencionalmente".

Aunque los céspedes artificiales utilizados para la práctica deportiva se consideran una alternativa ecológica al césped, ya que a menudo están hechos de plásticos reciclados y permiten reducir el uso de agua en las parcelas, su impacto ecológico también podría ser importante.

Después de una investigación iniciada en 2018, la ECHA decidió proponer una restricción a nivel de la UE del uso de microplásticos añadidos intencionalmente con el fin de evitar la liberación de 400.000 toneladas de microplásticos en un plazo de 20 años.

Los céspedes artificiales se verían afectados por medidas restrictivas si alguna vez se acordaran. Sin embargo, "ni la ECHA ni la Comisión Europea proponen que se cierren estos argumentos", aclaró el organismo de la UE.

En realidad, la ECHA lanzó una consulta pública sobre el impacto socioeconómico de la eliminación gradual del material de relleno de microplásticos, incluida la necesidad de utilizar sustancias alternativas en los breas existentes "como corcho, fibra de coco, núcleos de oliva u otros materiales alternativos".

Riesgos potenciales para la salud

En 2016, la Comisión encargó a la ECHA que analizara también los riesgos potenciales para la salud de los céspedes artificiales artificiales hechos en plástico, ya que el material utilizado en su producción a menudo contiene sustancias peligrosas.

La evaluación de la ECHA concluyó que había "a lo sumo, un nivel muy bajo de preocupación por la exposición", ya que la concentración de material peligroso era muy "insignificante" y por debajo de los límites que permite la UE.

Sin embargo, el Instituto Nacional Holandés de Salud Pública y Medio Ambiente y la ECHA presentaron una propuesta para una posible restricción de ocho hidrocarburos aromáticos policíclicos que se encuentran en gránulos y mantillos utilizados en parcelas de césped sintético.

Fuente: EURACTIV