Portugal, que generalmente atrae enormes cantidades de basura de otros estados europeos debido a sus bajas tarifas de gestión de residuos, ha suspendido las importaciones de basura hasta finales de 2020 para proteger la capacidad de los vertederos nacionales, dijo el gobierno el pasado sábado 16 de mayo.
"Esta decisión tiene la intención de garantizar que tengamos suficiente capacidad nacional en las instalaciones de procesamiento de residuos", dijo el gobierno en un comunicado.
El país ya ha bloqueado la entrada de 246.000 toneladas de basura desde principios de año, según el comunicado, y no se aceptarán nuevas importaciones.
El país cobra 11 euros para procesar una tonelada de basura, considerablemente por debajo de la media europea de 80 euros.
La pandemia de coronavirus ha visto un aumento de los residuos plásticos en muchos países, que van desde el equipo de protección de los trabajadores médicos, como delantales y guantes, hasta cajas para llevar, ya que las personas bajo confinamiento piden comida a sus hogares.
El gobierno revisará sus leyes sobre vertederos y gestión de residuos este verano, ya que sus objetivos de reducción y reciclaje de residuos se vuelven más difíciles de alcanzar debido a la pandemia.
Portugal ya ha limitado sus esfuerzos de reciclaje durante la pandemia debido a la preocupación por el riesgo para la salud de los trabajadores que entran en contacto con residuos plásticos contaminados.
Unas 330.000 toneladas de basura extranjera, incluidos residuos que contienen sustancias peligrosas, llegaron de otros países en 2018, dijo la agencia gubernamental de medio ambiente APA.
110.000 toneladas terminaron en los 11 vertederos del país autorizados a recibir basura del extranjero.