México sigue desechando plásticos de un solo uso pese a su prohibición

28 Estados han prohibido el uso de artículos como popotes, pero la cantidad de desechos sólidos en basureros es la misma.

El manejo de residuos sólidos y principalmente el uso de plásticos de un solo uso es un tema que sigue generando problemas en México.

Aunque en la Ciudad de México se hizo oficial la prohibición de plásticos de un solo uso como bolsas para alimentos, popotes (pajitas) o envases para líquidos, en los hechos la cantidad de residuos plásticos no ha disminuido. De acuerdo con cálculos de la UNAM , en Ciudad de México, la población que más genera desechos en el, después de la pandemia por coronavirus se pasó de generar 16.000 toneladas diarias a 29.000. Ornela Garelli, especialista en consumo responsable y cambio climático de Greenpeace México, considera que la prohibición de los plásticos no es suficiente para que se deje de generar basura.“No se puede dar de manera aislada, tiene que venir de la mano con legislación y que se le atribuyen responsabilidades a las empresas que producen plásticos”, señala en entrevista.

El Senado de México dejó pendiente una reforma a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos, donde uno de los cambios más importantes es la definición que le da a los plásticos de un solo uso, que apuesta por el reciclaje y que a decir de Greenpeace no hace hincapié en la reducción. “Como está planteada la reforma, casi cualquier plástico puede quedar exento si no hay alternativas económicas, cuando la incineración para generar energía siempre ha sido una de las estrategias”, indica.

El documento, aprobado por comisiones por los senadores, sigue pendiente de revisión en el pleno de esta cámara, para posteriormente ser evaluado por la Cámara de Diputados. Edgar Lugo Chávez, coordinador de la Alianza México sin plásticos indica que de aprobarse estos cambios, invalidaría el esfuerzo de los 28 Estados que actualmente prohíben el uso de este tipo de plásticos de un solo uso. “Los rellenos sanitarios y basureros están llenos de estos residuos y esta nueva ley no contempla que las empresas asuman la responsabilidad extendida por la generación de estos artículos”, señala al teléfono.

De acuerdo con los activistas, el dictamen aprobado incorpora el concepto de “responsabilidad extendida”, pero deja de fuera al productor, un término adoptado por la Organización de las Naciones Unidas y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). “Libera a las empresas de asumir responsabilidades reales y favorece la culpabilización de la ciudadanía y la sobrecarga en la responsabilidad gubernamental (que implica que las soluciones se paguen con nuestros impuestos, evitando que las empresas contribuyan en su justa proporción)”, señala Garelli.

Aunque actualmente buena parte de los plásticos que se distribuye en los comercios de México ostentan la etiqueta de “reciclable” o “compostable”, buena parte de ellos tienen que tener un tratamiento especial de separación de residuos para que realmente pueda tener otro uso. Sin embargo, no hay una separación efectiva de los recursos. Tan solo en Ciudad de México hay una disparidad entre alcaldías : mientras Milpa Alta separa el 70% de sus residuos sólidos, en Álvaro Obregón es menor al 20%. “Es desafortunado, porque estamos usando bolsas que al final se sigue echando a la basura y finalmente a un relleno sanitario”, considera Lugo.

Si bien cada Estado es encargado de generar sus normas para el tratamiento de residuos sólidos y de plásticos, para los activistas es fundamental que se haga una ley federal lo suficientemente robusta para que no solo se separen y reciclen los desechos, sino que se produzcan menos . "Se trata de hacer un lavado verde : es una ley que aparenta ser verde, pero que en realidad no está tomando en cuenta lo necesario para que haya menos plásticos", dice Lugo Chávez.

Pese a que a nivel internacional se ha hecho un debate para disminuir la generación de emisiones y de residuos sólidos, en México la discusión sigue pendiente. Este dictamen previamente aprobado tendrá que ser nuevamente discutido en el Senado, aunque no tiene una fecha próxima para su debate, el cual podría prolongarse por varios meses.


Fuente: El País